Las pequeñas grandes acciones en la atención plena: habilidades clave que también son parte del mindfulness.

Hemos conversado previamente sobre el mindfulness y cómo te puede beneficiar que lo apliques en tu día a día, y, de la forma en que lo suelen retratar, parece que es algo que se aplica de forma simple, solo me voy al presente y ya, ¿cierto?

Pues no del todo. La complejidad de su aprendizaje y aplicación está en que justamente no es solo respirar y “entrar en modo zen”. El minduflness implica varias pequeñas grandes acciones: observar y describir sin juzgar, participar y ser efectivo o actuar efectivamente.

Observar y describir sin juzgar.

La observación es fundamental, implica, como la palabra lo dice, observar lo que ocurre en nuestros contextos internos y externos, especialmente el comportamiento de otras personas.

Muchas veces mentalmente luchamos con pensamientos repetitivos o rumiantes, creamos teorías sobre el por qué de las cosas, nos enfocamos en los cuentos de nuestra mente y perdemos contacto de lo que observan nuestros sentidos del ambiente. Esto implica separar los hechos o lo observable de nuestras interpretaciones de ello.

En relaciones interpersonales, observar es solo ver el comportamiento de las personas, sin interpretar las motivaciones de las mismas en hacer una cosa u otra, pues muchas veces, las interpretaciones que hacemos pueden no solo no encajar con lo que realmente ha pasado o está pasando, sino que nos pueden generar un monto de dolor muy importante.

En el Diario de Noah, cuando Allie y Noah se separan por circunstancias de la vida, ambos pensaron que se habían olvidado mutuamente. Noah le escribió 365 cartas a Allie, de las que nunca obtuvo respuesta porque su madre las escondió de ella. Noah pensó que ella no quería contestarle y lo había olvidado. Años después, cuando Allie le confronta con que no la buscó, Noah queda confundido pues las 365 cartas que le había escrito y mandado decían lo contrario.

Muchas veces, a partir de lo que observamos en nuestra situación y la información que tenemos disponible, interpretamos hechos que probablemente no han ocurrido de la forma en que pensamos. El mindfulness invita a no saltar a esas conclusiones, aunque desde nuestra situación puedan tener todo el sentido del mundo, sino a detenerse en los hechos e identificar cuándo estamos poniendo una interpretación personal sobre el mismo.

Por supuesto que podemos pensar sobre el mundo, esto no es algo malo o sobre lo que culparnos de alguna forma, sin embargo, no identificar que muchas veces nuestras interpretaciones son personales y probablemente no son la realidad, nos generan un monto de sufrimiento muy grande sin estar necesariamente fundamentadas en hechos que realmente ocurrieron.

Participar.

Implica estar seguro de que estás prestando atención sólo al aquí y ahora.

En el episodio V de Star Wars, Yoda le decía a Luke que toda su vida él había mirado hacia otro lado, al futuro, al horizonte, nunca se enfocaba en donde se encontraba y hacia dónde iba desde ahí. Para dar más razón a su punto, le dice esto cuando Luke está justamente buscando a Yoda, sin darse cuenta que esa pequeña criatura es exactamente a quien está buscando. Para poder convertirse en un jedi, de hecho, Luke tenía que cambiar esta parte de sí y traer su mente hacia el presente.

Pensar en el pasado o futuro nos distrae del único momento en el que podemos hacer cosas y crear: el presente. Nuestra capacidad de pensar en el futuro y el pasado es una habilidad muy poderosa tanto para lo bueno, como planificar el futuro y resolver problemas; como para lo malo, como preocuparse por cosas que no han pasado y que capaz nunca pasarán como las pensamos. Cuando olvidamos que lo que pensamos no es el pasado o futuro en sí mismo, sino la preocupación o un pensamiento que tenemos sobre ello, es donde nuestra habilidad mental nos juega una mala pasada.

Ser efectivo o actuar efectivamente.

Tiene que ver con identificar: lo que quieres lograr, qué acciones son más efectivas para lograr esa meta y qué acciones no son tan efectivas hasta el punto de ser contraproducentes. Podemos tener varios objetivos y muchas veces necesitaremos priorizar unas metas sobre otras.

Cuando Taylor Swift decidió regrabar sus canciones y sacar las Taylor’s Version, lo que quería originalmente era comprar su música a la disquera que la vio nacer. Como otra persona terminó siendo el comprador final, habló públicamente al respecto pidiéndole a sus fans que no escucharan su música en plataformas digitales, para que el nuevo dueño de su música no se beneficiara económicamente de su trabajo, mientras, por otro lado, rechazaba cualquier contrato para que sus canciones fueran utilizadas en tv, películas, comerciales, etc., perdiendo una gran cantidad de dinero por su trabajo.

Al regrabar sus canciones bajo el apellido de Taylor’s Version, eventualmente las canciones que originalmente quería comprar se devaluaron, orillando al nuevo dueño a no tener otra opción más que venderle las canciones por menos de su verdadero valor y así lograr ser dueña de su música completamente.

¿Qué quería Taylor inicialmente? Taylor quería ser la dueña de la totalidad de sus canciones. En un inicio, no pudo lograrlo y lo más probable es que las denuncias públicas y el rechazo de contratos no iban a ayudarle con este objetivo. Por tanto, decidió enfocarse en acciones que fueron mucho más efectivas para ella como artista, para reivindicar su trabajo, y que consecuentemente la llevaron a lo que quería en un principio.

Esto es lo que significa enfocarse y evaluar la situación en la que estamos, los objetivos y metas que queremos lograr y decidir hacer aquellas cosas que realmente podrían ser más efectivas para lograr lo que queremos y dejar de hacer aquello que probablemente no va a ayudar en nada, ni cambiar la situación.

La acción es fundamental, pero se nutre de sobremanera cuando es una acción consciente con un foco adecuadamente puesto en nuestro mundo interno y externo, en el momento presente y en las cosas que son importantes para nosotros.

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