“Federico es extrovertido” “Federica es amigable” son formas en las que damos sentido y contamos algo sobre los demás seres humanos. Esto nos ayuda a resumir cómo las personas se comportan de forma consistente y, así, hacer predicciones adaptativas. Esto aplica a cualquier ámbito, posiblemente para cuando le presentamos una potencial pareja a una persona que estimamos, o para hacer sociedades de negocios. Sin embargo, y haciendo costumbre a lo que suelo señalar en mis publicaciones, hay ciertos peligros en esta práctica.
Cuando hacemos esto de forma excesiva limitamos la toma de perspectiva, el imaginar cómo otros ven, escuchan o simplemente perciben lo que les rodea o lo que les pasa en su mundo interior. Y así, tanto las circunstancias como la experiencia que vive la persona en estas, pueden quedar completamente invisibilizadas.
Cuando usamos palabras evaluativas hacia otros, podemos perder perspectiva de los contextos y la historia en donde estos se mueven o se han movido en su vida. Esto pasa mucho con las etiquetas diagnósticas, como el “eres un depresivo”, por sólo mencionar un ejemplo.
Nuestras mentes siempre cuentan historias sobre lo que nos rodean, sin embargo, cuando esas historias sustituyen la experiencia directa por completo, nos movemos en un mundo construido en su totalidad en lo que hemos contado sobre él. Como si nos moviéramos en una ciudad con señales de tránsito hechas por nosotros, en donde hay señales de alerta y peligro indicando hacia vías que no hemos recorrido aún.
(Nota: Entrada resubida y publicada por primera vez en la cuenta de Instagram el 06 de mayo del 2019).

Deja un comentario